La elección del menú de la boda es uno de los momentos más difíciles para los novios. Hay mucha gente a la que complacer y se invertirá mucho dinero en que todo sea perfecto en una de las comidas que más recordaréis a lo largo de vuestra vida.

¿Nos ponemos originales? ¿Tiramos por la vía tradicional? ¿Nos pasaremos de aburridos?

Nada parece estar claro cuandose elige el sitio del banquete y se prueban los menus. Por eso ponemos a tu disposición una serie de valiosos consejos para dar en el blanco con la comida en el día de tu boda.

Si no queréis pillaros los dedos, apostad por el modelo clásico: primero, segundo y postre. Entre los platos, asegúrate de que haya solomillo. Aunque sea un habitual de las bodas, tiene razones para ser el rey: a la mayoría de la gente le gusta y si la calidad de la carne es excelente, los comensales quedarán encantados. Otra apuesta segura, un cortador de jamón. Un aperitivo a base de jamón de bellota y un buen vino nunca decepcionan.

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